Jugar es la manera favorita de nuestro cerebro de aprender "
Nota Completa
Más que una simple oportunidad para la diversión, el juego es cosa seria en lo que respecta a la salud y el desarrollo de un niño. Desde el "no está... ¡acá está!", las tortitas con las manos y las escondidas hasta la rayuela, las muchas formas de jugar enriquecen el cerebro, el cuerpo y la vida del niño de maneras muy importantes.
El informe clínico de la American Academy of Pediatrics titulado, "El poder del juego: su función pediátrica para mejorar el desarrollo de los niños pequeños" (en inglés) explica cómo y por qué jugar con ambos padres y otros niños es fundamental para formar mejores cerebros, cuerpos y vínculos sociales que prosperen; todas estas cosas son importantes en el mundo actual. La investigación muestra que jugar puede mejorar las capacidades de los niños para planificar, organizar, llevarse bien con los demás y regular sus emociones. Además, el juego ayuda con el lenguaje, las destrezas matemáticas y sociales e incluso ayuda a los niños a sobrellevar el estrés.
Receta para jugar
Pese a sus muchos beneficios, las estadísticas muestran que la cantidad de tiempo que los niños tienen para jugar ha estado disminuyendo desde hace décadas. Los horarios familiares y escolares sumamente estructurados, padres que trabajan cada vez más fuera del hogar, menos lugares seguros para jugar y el aumento del uso de los dispositivos digitales y el tiempo ante las pantallas son algunas de las razones. Por ejemplo: la investigación muestra que un niño en edad preescolar promedio mira ¡4 horas y media de televisión por día!
Para ayudar a que el juego siga siendo una parte fundamental de la infancia, los pediatras podrían empezar a emitir "recetas para jugar" en cada visita de control hasta los 2 años de edad. Además, los pediatras pueden recomendar a los padres que busquen programas de cuidado infantil o preescolares que incluyan el juego en la forma de aprendizaje.
El juego como eliminador del estrés tóxico
Además de fomentar la salud y el desarrollo de un niño, el juego ayuda a fomentar relaciones seguras, estables y provechosas que protegen contra el estrés tóxico y generan la resiliencia socioemocional. La alegría mutua y la interacción cara a cara que ocurren durante el juego pueden ayudar al cuerpo a manejar el estrés, según la AAP. En un estudio, los niños de 3 a 4 años ansiosos debido al ingreso al preescolar tenían el doble de probabilidad de sentirse menos estresados si se les permitía jugar durante 15 minutos, en comparación con los compañeros de clase que escucharon un cuento.
Tipos de juego que puede combinar
Diferentes tipos de juego tienen distintos beneficios para los niños:
Juego con juguetes y objetos Cuando juegan con un objeto, como un juguete, los bebés usan sus destrezas sensoriales y motrices para explorar sus propiedades y hacer "experimentos" como lo haría un pequeño científico. Para aprender si un objeto es sólido, por ejemplo, es probable que lo golpeen contra el piso. Además, los niños en edad preescolar usan los objetos para desarrollar ideas y conceptos abstractos como el simbolismo, usando una banana como un teléfono, por ejemplo, además de compartir y esperar su turno.
Juego físico La diversión física, como el juego libre durante el recreo, ayuda a desarrollar las destrezas motrices, previene la obesidad infantil y fomenta la inteligencia emocional. La sutil emoción que provoca el tobogán en un patio de recreo, por ejemplo, permite al niño adquirir confianza para arriesgarse en un entorno relativamente seguro. Los juegos tales como pato-pato-ganso y la mancha (la lleva/pega pega) también ayudan a los niños a forjar otras habilidades socioemocionales tales como la empatía, ya que los niños aprenden a tener cuidado de no lastimar a los demás golpeándolos demasiado fuerte, por ejemplo.
Juego al aire libre El juego al aire libre es de particular importancia porque permite a los niños usar todos sus sentidos para forjar habilidades tales como la percepción espacial y el equilibrio. También puede mejorar la capacidad de atención del niño. Los estudios sugieren que los niños pequeños de países donde las escuelas destinan más tiempo para el recreo tienen más éxito académico a medida que crecen; no obstante, se estima que alrededor del 30 % de los niños de preescolar de Estados Unidos no tienen recreos.
Juego simulado Este tipo de juego permite a los niños pequeños experimentar con distintos roles sociales y aprender a cooperar. Jugar a disfrazarse, a imitar y a juegos imaginarios también fomenta la creatividad y forja habilidades más complejas de negociación, comunicación y lenguaje ("Tú serás la maestra y yo el alumno", podría decir un niño).
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